Cristina Sanchez y la Fundación se han involucrado de manera continua y activa con la problemática que aqueja hoy en día a gran parte de las comunidades originarias que habitan el país. Desde esta Fundacion, pretendemos la toma de conciencia ante esta situación, por parte de la sociedad, y que esto pueda traducirse en la práctica solidaria.
Cristina Sanchez trabaja activamente en concientizar acerca de esta problemática, acompañadas por emprendimientos tales como la cruzada solidaria realizada el pasado julio justamente en la provincia del Chaco, y en el 2009 en Salta. La colaboración con estas comunidades originarias ocupa uno de los principales espacios dentro de las acciones que lidera Cristina Sanchez
Un informe de las Naciones Unidas señala que los pobladores indígenas de la región fronteriza de la provincia del Chaco continúan siendo víctimas de discriminación y trabajos forzados, lo cual no hace más que acentuar las condiciones de pobreza extrema en que viven.
Alimentación insuficiente, dificultades para conseguir agua potable y escaso acceso a servicios sociales básicos, como la sanidad y la educación, son solo algunos de los déficits que denuncia el informe. Al mismo tiempo, se violan sus derechos humanos en ámbitos como la propiedad de la tierra, el trabajo infantil o el derecho de asociación.
Se señala también que, pese a las acciones de los gobiernos, la población guaraní de esta región llana y remota sigue siendo explotada en las grandes haciendas que caracterizan esta zona, que se extiende del sur de Bolivia, al norte de Paraguay y Argentina y al oeste de Brasil.
En el documento, se insta a la creación de instituciones estatales sólidas en las zonas donde persisten la práctica de los trabajos forzados, con el fin de que se encarguen de hacer cumplir la legislación laboral y garantizar la disponibilidad de servicios sociales básicos, puesto que "Existe un significativo empeoramiento de las condiciones de vida de estas familias guaraníes y de otras comunidades indígenas, debido a los ataques y amenazas a sus líderes, las expulsiones de sus familias y el uso de recursos públicos para fragmentar a las comunidades”.