La Fundación Corriente Cálida Humanística junto a Cristina Sanchez, su fundadora y actual líder, resumen su trabajo diario en un constante esfuerzo por transmitir y dar a conocer sus ideales , de esta manera parte de esto es la acción de compartir esta información, que forma parte de su misión, buscando que ello provoque un impacto en la visión de vida de quien los conozca, y que esto pueda ser llevada a la práctica.
Asi es como este año desde su sede de la localidad de Morón, provincia de Buenos Aires, la Fundación Corriente Cálida Humanística, junto a su líder y fundadora, Cristina Sanchez, realizó una cruzada solidaria a los efectos de brindar ayuda a los indígenas de la zona de El Impenetrable, al norte de la provincia del Chaco, el pasado mes de julio. La misión, la cual contó con el apoyo de colaboradores de la misma provincia, se orientaba a difundir y otorgar un mensaje que implique un cambio en la calidad y visión de vida tanto de los indígenas que recibieron ayuda como de los colaboradores de la Fundación Corriente Cálida Humanística,
Unos dos meses antes de realizar la cruzada, dos de los colaboradores de la Fundación Corriente Cálida Humanística, desde la capital de la provincia del Chaco, Resistencia, Hugo y Corina , quienes gracias a la experiencia realizada su visión de vida hoy es totalmente diferente a la que antes tenían, realizaron un informe, que fue elevado a Cristina Sanchez, y aquí se presenta parte del mismo, el cual se confeccionó luego de ir hacia la zona para saber cuáles eran las necesidades básicas de cada Pueblo. Los dos habían realizado antes el taller de Liderazgo.
De acuerdo a los aportes de Hugo:
“Lo primero que nos llamó la atención fue la gran cantidad de comunidades Wichis que se encontraron en la región, según nos dijeron, los Tobas predominan hacia el este del Impenetrable, más precisamente cerca de J.J. Castelli y Misión Nueva Pompeya. La realidad actual de las comunidades es la siguiente: hace dos o tres años se otorgaron gran cantidad de planes sociales, con lo que medianamente se cubren sus necesidades básicas, pero esto esta apagando la dignidad de la cultura del trabajo. A esto se suma las consecuencias que causaron las crecientes de los ríos durante el 2008, esto los desplazó de su hábitat, dejando lo poco que tenían, abandonando sus actividades y provocando la concentración de las comunidades en los pueblos.”